Las termas de Outariz, en la ciudad gallega de Ourense, se han convertido en un atractivo turístico de primer orden. Situadas a orillas del río Miño, estas pozas termales no solo ofrecen un remanso de paz en plena naturaleza, sino que también destacan por sus propiedades mineromedicinales, un tesoro natural que desde hace siglos forma parte de la cultura gallega.
Según estudios de la Sociedad Española de Hidrología Médica, las aguas bicarbonatadas, sódicas y fluoradas de Ourense mejoran la circulación sanguínea, ayudan a reducir el estrés y alivian dolencias reumáticas. La visita de Omar Montes y su equipo no hizo más que poner en el foco mediático la riqueza de estos manantiales, que combinan bienestar, salud y belleza paisajística.
Un escenario milenario con propiedades científicamente probadas
La historia de las termas de Ourense se remonta a tiempos romanos, cuando ya se conocía el poder de sus aguas termales para calmar dolencias musculares y óseas. Investigaciones recientes, como las del grupo de Balneoterapia y Salud de la Universidad de Santiago de Compostela, confirman que las propiedades químicas de estas aguas actúan como antiinflamatorios naturales y favorecen la regeneración de tejidos dañados. Estas conclusiones respaldan la tradición popular que asocia las termas a la recuperación y el bienestar físico. Por eso, no es de extrañar que figuras públicas y turistas por igual encuentren en las pozas un refugio no solo de ocio, sino también de cuidado integral de la salud.
El efecto revitalizante de las termas en cuerpo y mente
La experiencia de Omar Montes y su equipo es solo un ejemplo más de la fascinación que generan estas aguas termales. Estudios como el de la revista Journal of Thermal Biology destacan que las inmersiones en aguas termales a temperaturas entre 37 y 42 ºC estimulan la producción de endorfinas, promoviendo un estado de relajación profunda y reduciendo síntomas de ansiedad. Omar comparó la sensación de las termas con su viaje a Laponia para ver auroras boreales, pero reconoció que el calor envolvente de Outariz tenía un efecto inmediato: “Esto es una maravilla”, exclamaba mientras se sumergía. Sin duda, una prueba viviente de cómo la hidroterapia puede ser un bálsamo para el cuerpo y el espíritu.
La popularidad de las termas de Ourense también impulsa la economía local y refuerza el papel del turismo termal como motor de desarrollo. Según datos de la Xunta de Galicia, estas instalaciones atraen cada año a miles de visitantes que buscan combinar el turismo cultural con el descanso y el cuidado de la salud. Para el alcalde de Ourense, Gonzalo Pérez Jácome, la visita de artistas como Omar Montes es clave para proyectar la ciudad como un referente de bienestar y cultura, según recoge La Voz de Galicia. “Queremos que las termas sean un símbolo de la hospitalidad ourensana”, declaró el regidor, destacando la convivencia de tradición e innovación en la oferta turística local.
La promesa de Ourense: aguas que curan y un entorno que cautiva
La jornada de Omar Montes terminó con un baño colectivo y la promesa de volver a Ourense para seguir disfrutando de sus termas, su gastronomía y su ambiente festivo. El artista lo resumió con humor: “Estar en las termas es lo mejor que me ha pasado desde los Power Rangers”. Sus palabras capturan la esencia de Outariz, un lugar donde el agua caliente y el entorno natural ofrecen un alivio tangible, respaldado por la ciencia y celebrado por todos los que se dejan seducir por sus beneficios. Ourense se confirma así como un destino donde la salud y el placer se encuentran, y donde cada baño es un homenaje a la riqueza geotermal de Galicia.
