Análisis de Mario Kart World: El videojuego más revolucionario y completo de la saga es para Nintendo Switch 2 (Switch 2)

Cuando se lanzó Mario Kart 8 Deluxe y llegaron todos sus contenidos en forma de pases de pistas, dando lugar a casi un centenar de circuitos, era razonable pensar que sería difícil de superar. No obstante, Nintendo ha dedicado un esfuerzo enorme en hacer que Mario Kart World sea no solamente una nueva entrega, sino uno de los proyectos más ambiciosos de la compañía japonesa, con un equipo de desarrollo enorme y unos plazos de producción que arrancaron en 2017.

El resultado es un juego que no quería únicamente añadir nuevas pistas, sino ser increíblemente ambicioso, integrando la revolución de los mundos abiertos en su estructura de juego. Por eso no se llamó Mario Kart 9, y a este respecto es sin duda el título más rompedor de la franquicia desde que naciera en SNES hace más de 30 años.

Todo sin perder de vista las claves originales (algo que Nintendo domina con maestría) y realizando un trabajo encomiable a la hora de llevar la saga a más jugadores, pero sin olvidarse de los más veteranos. Cuanto más juegas, más ves los guiños, con un equilibrio portentoso a la hora de ofrecer algo novedoso, pero que resulte satisfactoriamente familiar.

La llegada de los mundos abiertos a Mario Kart

Sin duda, la clave fundamental de Mario Kart World está en la integración de un mundo abierto y la consecuente transformación de todo lo que conocíamos sobre la saga. El mapa del juego lo explica todo. Tienes un entorno con sus diferentes biomas (desierto, nieve, playa, bosque, montaña…), con los circuitos colocados en distintos puntos a lo largo y ancho del entorno. Esa estructura se utiliza para todos los modos, algo que propicia un sistema de juego que rompe convenciones, y que por tanto nos hace ver la saga Mario Kart desde un nuevo punto de vista.

Acostumbrados a que las copas del modo grand prix consistan en cuatro carreras a varias vueltas, impacta que ahora sean recorridos por mundo abierto en que los circuitos funcionan como puntos de interconexión. Básicamente, partes de un circuito inicial y el trayecto que existe entre los siguientes forma parte del trazado a recorrer. Ya no son competiciones aisladas, sino conectadas, y por tanto increíblemente variadas. Puedes pasar de competir en el circuito Mario Bros a atravesar una autopista con tráfico, un desierto o incluso el mar hasta llegar a los siguientes trazados.

Es un cambio tan profundo y satisfactorio que es lógico pensar que ha llegado para quedarse en la licencia. Se trata de una genialidad de concepto. Ya no solo hablamos de variedad paisajística, sino de la aparición de un ciclo día-noche y eventos climáticos como la lluvia. Todo ello sin perder el concepto de copas, las clásicas competiciones de la saga que se pueden recorrer en 50cc, 100cc o 150cc (y también en modo espejo). Tal vez hemos echado en falta algo más de dificultad en ciertos momentos, pero estamos seguros de que el necesario modo 200cc llegará en algún momento mediante alguna actualización.

Hablando de la jugabilidad en sí, al principio nuestra percepción fue la de estar jugando a algo bastante continuista. Los derrapes y rebufos funcionan de forma muy similar a Mario Kart 8, con varios miniturbos que aparecen al saltar con un buen timing, o al derrapar aprovechando las curvas. Las sensaciones son muy similares y si eres un veterano tendrás parte del trabajo hecho. No obstante, no contábamos con que el nuevo carácter acrobático de Mario Kart World fuera a marcar tanto la diferencia, hasta el punto de poder convertirse en un nuevo estándar dentro de la licencia.

Los recorridos están diseñados con raíles para deslizarte sobre ellos, y te hacen también ganar miniturbos para distanciarte respecto a tus rivales. Hay partes en que aprovechar esta técnica se convierte en todo un arte, saltando de un raíl a otro, e incluso combinándolo con la acción de deslizarte por paredes y rebotar sobre las mismas para volver a caer en otro raíl. Hay momentos espectaculares, y básicamente es un juego hecho para que en todo momento estés haciendo algo.

Incluso las partes más tranquilas de los recorridos pueden aprovecharse para realizar los saltos cargados, que básicamente sirven para seguir ganando miniturbos. Si a esto le sumamos que tenemos 24 corredores simultáneos, podéis imaginaros la vorágine competitiva, con cantidad de rebufos y lanzamiento de objetos ocurriendo al mismo tiempo. Y por supuesto podéis esperar, ahora más que nunca, eso tan propio de esta saga: que vayas en cabeza y pierdas varias posiciones en el último segundo por un caparazón azul lanzado con malévolas intenciones. Aunque también puede ocurrir lo contrario, que la obtención del ítem Bill Bala te permita protagonizar una remontada épica.

Mario Kart World mantiene la mecánica del doble objeto que tan buenos resultados ofreció en Mario Kart 8 Deluxe. Podéis esperar objetos clásicos como el rayo que encoge a los rivales o el champiñón dorado que nos deleita con varios turbos. No obstante, lo importante está en las novedades, y aquí hay unas cuantas. Los martillos se pueden lanzar para impactar contra rivales a corta distancia, mientras que la pluma nos permite saltar en el último momento antes de ser impactados por un caparazón, o bien aprovecharlo para encontrar atajos en los trazados.

Tenemos también la flor de hielo, un champiñón que nos hace gigantes e invencibles de forma temporal, así como un caparazón dorado que al lanzarse nos faculta para obtener monedas más fácilmente. Por último, tenemos un curioso ítem que transforma al resto de competidores, haciendo las carreras aún más locas si cabe.

El juego recupera dinámicas que ya habíamos visto en otras entregas, como la posibilidad de planear o de correr sobre el agua, en esta ocasión con una mecánica de aprovechamiento de las olas muy potenciada. No se ha dejado nada al azar, pero lo mejor sin duda es cómo se combina lo viejo y lo nuevo para darnos un Mario Kart impecable en lo que se refiere a sensaciones arcade. Dominarlo es realmente un desafío, pero si llegas nuevo o no quieres complicarte tanto, sigues teniendo opciones como usar el volante inteligente, la autoaceleración o el manejo a través de giroscopio.

En cuanto a la incorporación de la técnica de rebobinado, lo cierto es que en nuestro caso no le hemos visto mucha utilidad durante las carreras, debido a que el cronómetro obviamente no se detiene y pierdes tiempo. Donde sí le hemos visto cierre interés es en las pruebas de mundo abierto, donde rebobinar a tiempo puede marcar la diferencia entre superar o no un determinado desafío. En cualquier caso, es otra opción de accesibilidad que nunca está de más.

Los modos de Mario Kart World: variedad y mucha diversión

No se acaba aquí el espectáculo, porque Mario Kart World incorpora una modalidad importantísima y que merece ser explicada en profundidad. Se trata del modo supervivencia, con varias copas que nos invitan a recorrer trazados con seis localizaciones y sus respectivas interconexiones. Son una especie de rallies con la particularidad de que en cada meta volante se elimina a los últimos cuatro competidores. Al principio somos 24, luego 20, más tarde 16, 12, 8… hasta que en el sprint final solo quedan 4 pilotos que se juegan su posición en el podio. Es una modalidad tremendamente inmersiva, que te pone en tensión y en la cual ya no es solamente importante tener destreza, sino ser un buen estratega. Por ejemplo, si te toca un buen objeto, puede que sea inteligente guardarlo para el momento crítico de acercarte a estas metas, porque podrían marcar la diferencia. Recordad, esto es Mario Kart.

El modo supervivencia se beneficia del carácter de incertidumbre de la franquicia, y por ello supone un tremendo acierto. Luego tenemos otros modos. Está la contrarreloj, que se puede jugar en solitario o retando a un fantasma de otro jugador, así como ver la clasificación global, con algunos récords de locura. Están de regreso otros clásicos como la batalla de globos y la batalla de monedas, con opción de crear equipos y establecer el número de rondas.

Luego tenemos la carrera versus, que es interesante porque nos propone recuperar las clásicas carreras de Mario Kart a varias vueltas, pero también optar por el novedoso modo gira, en que vamos recorriendo varios circuitos interconectados (por el mundo abierto, como antes comentamos) según las opciones que escojamos. Todos los modos están disponibles para jugar en multijugador local a pantalla dividida de hasta cuatro participantes, con un comportamiento decente, aunque la tasa de frames se reduce para mostrar varias estancias en pantalla. Bueno, en realidad todos menos el modo libre, que solamente se puede jugar en línea con amigos, al menos de momento…

Precisamente, en el modo libre conviene detenerse porque propone mucho más de lo que parecía en un principio. Cuando se anunció, solo se nos dijo que sería un mundo abierto de libre exploración que podíamos recorrer junto a amigos gracias a la función GameChat. Básicamente, formamos un grupo de cuatro pilotos, ponemos las camaras, conversamos y nos dirigimos juntos o por separado a las distintas regiones de Mario Kart World. Pero… ¿y si os decimos que este modo libre tiene suficiente material como para manteneros ocupados durante horas?

En el mapeado podemos encontrar más de un centenar de misiones, y nos quedamos cortos (pero no queremos dar la cifra exacta). Al encontrar unos interruptores dispersos por el escenario, accedemos a una serie de pruebas de lo más estimulantes. Duran un par de minutos a lo sumo, pero son variadas y nos proponen cantidad de desafíos de habilidad. ¿Aprovechar el tendido eléctrico para recoger monedas azules? ¿Disputar una carrera de resistencia? ¿Realizar un vuelo perfecto evitando los obstáculos? Son muchos los planteamientos, y lo cierto es que hemos quedado encantados con la idea, tanto por cantidad como por variedad.

Luego tenemos eventos fortuitos que van ocurriendo mientras recorremos el mundo. Podría tratarse de un tráiler que podemos manejar arrasando con todo o incluso atrapar a Caco Gazapo mientras huye a toda velocidad. Por el camino te encontrarás estrellas de invencibilidad, plantas pirañas, tuberías que te llevan a diversos lugares y un sinfín de elementos del universo Super Mario que suponen un deleite para cualquier jugador. Hay guiños a la historia de Nintendo y secretos que poco a poco se van descubriendo, los cuales no te vamos a desvelar para que los veas por ti mismo.

Una nueva generación de pilotos de karts

El mundo abierto se puede recorrer de día y de noche, y de vez en cuando comienza a llover. Puedes cambiar de piloto y kart en cualquier momento, además de desbloquear nuevas skins para los personajes a través de unos ítems especiales que te proporciona el bueno de Yoshi en su cadena de restaurantes. Comiendo distintos platos irás desbloqueando las distintas variantes de Mario, Luigi, Peach, Toad y un largo etcétera. Y esto por no hablar de los paneles ocultos con los que desbloquear pegatinas para tu bólido, así como una serie de monedas coleccionables.

También tienes un modo foto que puedes activar en cualquier momento y que viene a enfatizar el carácter de socialización que persigue este lanzamiento. Nosotros nos hicimos unas fotos con varios compañeros, haciendo uso de filtros y poniendo diversos gestos.

La selección de pilotos y karts no está mal, y los vas obteniendo a medida que compites, así como recopilando las clásicas monedas en los circuitos, de un modo similar a como funcionaba en Mario Kart 8. Pero hay algo que no nos ha gustado, y es que a pesar de que se mantienen unas estadísticas diferenciadas para cada modelo, hemos perdido completamente el factor de personalización por piezas. Nos parece un paso hacia atrás, porque era algo que te permitía tener un control sobre la configuración de tu vehículo, además de que resultaba bastante adictivo ir desbloqueando diversos componentes.

Por otro lado, la incorporación de los pilotos NPC nos parece una absoluta maravilla. La vaca, el muñeco de nieve, cheep cheep, pingüi, topo Monty… No es que correr con ellos sea una experiencia muy diferente, pero creemos que da mucho color a las carreras, además de que sus animaciones pueden llegar a ser de lo más divertidas. Y es que Mario Kart World es un juego extremadamente cuidado en todas sus facetas, incluyendo por supuesto el apartado artístico. Una gozada, sin más. Ahora a una resolución de salida de 4K en modo televisor y hasta 60 imágenes por segundo que son de lo más estables. El modo portátil no se queda atrás con sus 1080p de resolución y un frame rate igualmente satisfactorio.

La integración del HDR se nota mucho en un juego tan colorido, ofreciendo tonos vivos y con una impresionante variedad cromática. Esto es algo que vamos a ver mucho en los juegos de Nintendo con Switch 2, porque brillan especialmente en este apartado. Mario Kart 8 fue uno de los videojuegos que mejor lucían en Wii U y Nintendo Switch. Ahora podemos decir algo similar de Mario Kart World en Nintendo Switch 2, esta vez con un mundo abierto que gestiona perfectamente. Los tiempos de carga son bastante llevaderos, ya sea cargando carreras o haciendo el viaje rápido, y el rendimiento general se encuentra a un gran nivel, con un pulido fuera de toda duda.

Tal vez hay partes del mundo abierto que no impresionan tanto, con regiones algo vacías o que visualmente resultan menos espectaculares, pero si miráis las imágenes podréis comprobar fácilmente el trabajo realizado. Existe un empeño por diseñar un entorno vivo, que te sientas parte de él. Esto es algo a lo que contribuyen detalles como la presencia de habitantes y fauna diversa, además de tráfico. Pero tampoco hay que menospreciar la importancia de la música en esta ocasión, con un repertorio de temas simplemente gigantesco. Es una banda sonora magistral, y no exageramos. Nos ha recordado a la ambición de los Smash Bros en este sentido, porque se recuperan melodías de juegos clásicos de la saga Super Mario y Nintendo en general, algunos de los cuales pondrán a prueba vuestro oído fan.

Y por último hay que hablar del también importante juego online. Tenemos las clásicas carreras en línea, en que se selecciona por unanimidad el próximo recorrido en que competir. A continuación, se escoge entre varias opciones cercanas a dicho trazado en el mundo abierto, siguiendo el esquema de circuitos interconectados del que antes os hablábamos. Luego está el modo supervivencia, que si en offline es vertiginoso, en online sumadle una dosis más de adrenalina. Todo para hasta 24 jugadores simultáneos, y con un comportamiento sencillamente impecable, sin ralentizaciones ni fallos, y con una búsqueda de competidores bastante eficiente.

Es cierto que puede pasar un tiempo hasta encontrar partida, pero no tienes que estar esperando en un lobby sin hacer nada, sino que puedes permanecer en el mundo libre completando misiones o buscando coleccionables (que se suman al progreso global). Está muy bien pensado, sin duda. Y si quieres puedes compartir los modos en línea con un segundo jugador en la misma consola, con lo cual las opciones disponibles no están nada mal.

Eso sí, la progresión en el online nos parece que no ha evolucionado al mismo nivel que el resto de Mario Kart World. Acumulamos puntos por nuestra mejor o peor posición en las competiciones, pero no hay una sensación de progresión como la de F-Zero 99, por ejemplo, en que subes de nivel y ganas recompensas. En su lugar, se mantiene en la línea de lo realizado en Mario Kart 8 y pensamos que era el momento de que Nintendo fuera más valiente en un terreno en el que siempre se ha mostrado bastante cauta. Mantenemos la esperanza, porque el juego puede evolucionar con actualizaciones, pero este apartado nos ha supuesto una ligera decepción.

Como mención especial antes de terminar este análisis, hemos probado la función GameChat y es una muy buena opción para recorrer juntos el modo libre, pero también para competir con amigos en carreras. El funcionamiento fue correcto. Creamos una partida de cuatro participantes para vernos y comunicarnos a viva voz (la supresión de ruido funciona fenomenal). La calidad de la imagen de la cámara es deficiente si las condiciones de iluminación no son óptimas, pero por lo demás supuso una grata experiencia, y que encaja a la perfección con el multijugador de este videojuego en particular.

Conclusiones: Un nuevo camino para Mario Kart

Mario Kart World establece un nuevo camino para la franquicia, y no es una forma de hablar. La saga abraza el género de los mundos abiertos a su manera, con un modo libre con más posibilidades de las que creíamos en un principio. Pero es que además este concepto de libertad se traslada a modos tradicionales como el Grand Prix, dándonos recorridos interconectados en que los circuitos no son los únicos protagonistas, sino los trayectos que los unen. Esto da una variedad inusitada a Mario Kart, con la incorporación de otra serie de características que incrementan la diversión.

Nos referimos al caos que propicia los 24 jugadores simultáneos, aunque en equilibrio por la mayor amplitud y ambición de los trazados. También nos referimos al carácter más acrobático de las competiciones, con nuevas formas de recorrer los escenarios, pero manteniendo claves originales como los derrapes o los rebufos. Es una renovación a todos los niveles, con nuevos objetos, personajes y situaciones en pista, dando lugar a sin duda las carreras más frenéticas y divertidas de la saga, con el modo supervivencia como máximo exponente por la enorme tensión que provoca.

No nos convence que se haya prescindido del sistema de personalización de anteriores citas, pero sobre todo se echa en falta un grado más de dificultad para los más veteranos (los 200cc) y es criticable que el online sea tan conservador en términos de progresión. Pero por lo demás es un videojuego completísimo, con un apartado audiovisual muy cuidado y que supone una carta de presentación inmejorable para Nintendo Switch 2. Pasarán muchos meses hasta que te aburras de él, y probablemente antes de que ocurra ya habrá nuevos contenidos. Tenemos Mario Kart World para rato.

Hemos realizado este análisis con un código de descarga que nos ha proporcionado Nintendo.